La leyenda del Salto encantado

El Salto Encantado es uno de los más impactantes, ya que el agua cae desde 60 metros de altura. Es el mayor atractivo del parque provincial que lleva su nombre y protege 706 hectáreas de selva. Queda a 140 km de Posadas, 6 km al norte de la localidad de Aristóbulo del Valle.

Cuenta la leyenda guaraní que que el Salto Encantado fue una creación del dios Tupá, quien quiso enseñar a los hombres la belleza del amor. La narración se refiere a la triste muerte de la preciosa Yete-I y su amado Cabure-Í, ambos hijos de caciques de tribus enemigas, quienes murieron en un ataque brutal justo donde ahora caen las aguas del arroyo Cuña Pirú.
Dicen que el supremo, al ver dolorido cómo las flechas aborígenes terminaban con la vida de los amantes, quiso conservar eternamente la belleza del amor dándole la forma del salto que regocija los corazones de sus visitantes al caer desde unos 60 metros de altura.

la leyenda

cuenta la leyenda que en la selva de misiones vivían dos tribus enemigas. El cacique de una era Aguará y de la otra Jurumí. Aguara tenia una bellísima hija Yete-í. Era pretendida esposa por todos quienes la conocían y muchos caciques de la región ofrecían inmensas riquezas por su mano.
Jurumí el feroz enemigo, tenia un hijo Cabure-í este era famoso por su valentía y destreza en la guerra y en la caza.
Quiso el destino que ambos jóvenes se conocieran un día en estas cirscuntancias:

Cabure-í Recorria la selva en busca de caza cuando fue atraído por el grito de terror de una joven, corrió hacia allí y en un claro del Monte vio la hermosísima Yete-í a quien no conocía a punto atacada por un yaguareté . Cabure-í clavo su lanza con certeza en el corazón del animal , su sapucay triunfal anuncio la muerte de la fiera.
El amor entre los jóvenes nació en ese momento como por un mágico encantamiento.
Pero... ¡Oh Dolor! Cuando se enteraron quienes eran.
Sus tribus no admitieron este amor y volvieron a luchar sangrientamente.
Yete-í corrió hacia el campo de combate derramando lagrimas de angustia que al tocar el suelo iban formando un cristalino Hilo de Agua.
Cuando Cabure-í lo vio en lo alto de una loma, corrió hacia ella y la tomo en sus brazos.
Los guerreros de Aguará dispararon sus flechas hacia Cabure-í y los de Jurumí hacia Yete-í
En ese instante truenos ensordecedores hicieron temblar el cielo y la tierra.
El suelo se abrió como para cobijar a los enamorados muertos, y en ese lugar los asombrados combatientes vieron caer las aguas del arroyo formado por lagrimas de Yete-í.
Tupa con su poder sobre todas las cosas había creado el "Salto Encantado". En recuerdo de los hijos que se amaron Jurumí y Aguará no volvieron a luchar.
El agua cristalina que corre por allí, encajonada en su recorrido por abundantes cortinas de vegetación, da cobijo a una variada y abundante fauna como coloridos tucanes, pavas de monte, el urú, la urraca azul, los vencejos (parecidos a las golondrinas) y el yeruvá y, como los saltos que da el corazón de los enamorados cuando se encuentran, da origen a otros saltos como La Olla, el Escondido, el Aguatí, el Picaflor y a una magnífica pileta natural.
Es maravilloso el entorno de este Parque en el que no faltan microambientes generados en las rocas y paredones, donde crecen curiosas bromelias y pequeños cactus, por las permanentes lloviznas de los saltos. Por los senderos, rodeados de guatambú blanco, cedros, alecrim, grapia, la palma pindó, laureles en flor y el loro blanco, pasean muy orondas ardillas, lagartijas e iguanas y de tanto en tanto vemos asomar algún venado, el gato onza, el irara o hurón mayor, chanchos de monte, acuatíes y osos meleros.